• Durabilidad excepcional: Gracias a su tratamiento de cementación a 60 HRC, estas bocas ofrecen una vida útil prolongada, resistiendo eficazmente el desgaste y la deformación.
• Agarre seguro: Las estrías en la superficie de las bocas proporcionan un agarre firme y seguro, minimizando el deslizamiento durante las operaciones de sujeción.
• Mayor precisión y seguridad: Al utilizar estas bocas, el usuario puede estar seguro de que las piezas sujetas no se moverán ni se deslizarán, lo que incrementa la precisión de su trabajo y la seguridad en el taller.
• Reducción de costos a largo plazo: La durabilidad del producto reduce la necesidad de reemplazos frecuentes, lo que se traduce en un ahorro significativo de tiempo y dinero.

Las bocas estándar estriadas de acero cementado a 60 HRC están diseñadas para ofrecer una resistencia excepcional y un agarre firme, siendo una solución robusta y duradera para diversas aplicaciones de sujeción.
Fabricadas con acero de alta calidad, estas bocas han sido sometidas a un proceso de cementación que les confiere una dureza de 60 HRC, garantizando así una alta resistencia al desgaste y a la deformación.
Las bocas se suministran en juegos de 2 unidades, lo que facilita su reemplazo o instalación en pares para asegurar un rendimiento óptimo.
Están específicamente diseñadas para su uso con mordazas de las series 30 y 60, asegurando una compatibilidad perfecta y un ajuste preciso.

Recomendaciones de uso:
Utilizar en conjunto con mordazas de las series 30 y 60 para garantizar la compatibilidad y un ajuste óptimo.
Asegurarse de que las bocas estén alineadas correctamente antes de aplicar fuerza para evitar daños tanto en las bocas como en la pieza de trabajo.
Evitar el uso de estas bocas en aplicaciones que excedan las especificaciones de dureza del material.
Verificar regularmente la condición de las estrías para garantizar que mantengan un agarre efectivo.
Limpiar las bocas después de cada uso para evitar la acumulación de residuos que puedan afectar su rendimiento.

Recomendaciones de mantenimiento:
Lubricar periódicamente las bocas para prevenir la corrosión y asegurar un funcionamiento suave.
Inspeccionar las bocas regularmente en busca de desgaste o daño, y reemplazarlas si es necesario para mantener la eficiencia y seguridad.
Almacenar las bocas en un lugar seco y protegido para evitar la exposición a la humedad y otros factores ambientales que puedan causar oxidación.